Todos los que vivimos en Canarias sabemos que lo
hacemos en un lugar privilegiado. Un entorno natural marcado por la variedad de
ecosistemas, la riqueza multicultural que se muestran en sus costumbres y
tradiciones y sobre todo un clima inmejorable de agradables temperaturas.
Consideradas como las islas de la eterna primavera, han creado el mito,
supongo que a causa de la publicidad turística, principal fuente de ingresos
del archipiélago, que las temperaturas oscilan entre los 18 y 24°C durante todo el año1.