24 de abril de 2012

Un futuro Eficiente para Canarias

Este artículo surge como resultado de la ponencia Arquitectura, turismo y energía: Tres vías para el futuro de Canarias realizada en la jornada El futuro del sector de la edificación: Arquitectura Bioclimática y Eficiencia Energética presentada el 13 de Marzo de 2012 en el Aula Magna de la Facultad de Físicas y Matemáticas:


Últimamente nos están bombardeando con el famoso 20|20, la estrategia de la Unión Europea contra el cambio climático que pasa por tres objetivos fijados para el 2020: reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero, obtener el 20% de la energía de fuentes renovables y recortar el consumo de energía en un 20%. Llegando a la fecha crítica del 31 de diciembre de 2020 con sus edificios de consumo energético "casi nulo". Según la DIRECTIVA 2010/31/UE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO, relativa a la eficiencia energética de los edificios, para el año 2019 todos los edificios públicos deberán construirse bajo la filosofía del consumo energético casi nulo y para el año 2021 esta circunstancia tendrán que cumplirla el resto de edificaciones.

Pero ya aquí empiezan a surgir las dudas e inconcreciones, puesto que la propia directiva no aclara que son edificios de consumo energético "casi nulo", sino que cada Estado aplicará su propia definición. Es decir, que un edificio casi nulo energéticamente en España puede no serlo en Italia y mucho menos en Alemania. Incluso esta directiva llega más allá, especificando que dicha definición tiene que reflejar las condiciones nacionales, regionales o locales, con lo que un edificio casi nulo energéticamente en Canarias no tendría por que serlo en Barcelona o en Galicia.

De esta forma partimos de Estrasburgo, el 19 de mayo de 2010, donde se firmó la citada directiva y llegamos a Canarias, donde nos encontramos ahora mismo. Un Archipiélago de origen volcánico, ultraperiférico de la Unión Europea, cuyas condiciones climáticas, orográficas, sociales y culturales distan mucho de Centro Europa.

Y entonces, ¿qué va a pasar en Canarias en los próximos años?, ¿cómo vamos a convertirnos en una región sostenible?, ¿cómo vamos a luchar contra la dependencia energética?

Canarias se enfrenta a dos retos de cara al futuro: por un lado, acabar con la dependencia energética, especialmente preocupante por su condición de archipiélago ultraperiférico y por otro, superar la crisis económica, siendo una de las comunidades más afectadas. Para conseguir estos objetivos es necesario apostar por un turismo sostenible, el empleo de las energías renovables y la rehabilitación energética de la planta edificada.

Para ponernos en situación hagamos un brevísimo repaso de Canarias en estos últimos años:

  • Ayer: Hasta hace sólo muy poco, la economía de las Islas Canarias estaba basada en el sector terciario, principalmente turismo, lo que había propiciado el desarrollo de la construcción.
  • Hoy: La crisis económica hunde el sector de la construcción y el cierre de empresas y el aumento progresivo del paro se convierte en una constante en los titulares de los informativos locales. El sector turístico, que también sufre los estragos de la crisis, tiene una salvadora recuperación gracias a la inestabilidad política de destinos competidores como Egipto, Libia o Túnez. Pero también sabemos que el gasto medio por turista ha descendido en el último año. Así que nos encontramos inmersos ante la peor crisis conocida, agarrados con fuerza al capital que entra gracias al turismo, pero siendo conocedores de que esta situación únicamente es de supervivencia y que se necesita un cambio, radical y pronto.
  • Mañana: Con todo esto, el futuro de Canarias tiene que basarse en torno a tres vías: Turismo, Construcción y Energía
Veámoslos con detenimiento:
TURISMO


Poco he de contarles sobre la importancia económica que tiene para nuestras islas la actividad turística, pero tampoco les descubro nada nuevo si les digo que el turismo es uno de los principales agentes contaminantes de la Comunidad Autónoma, dado que los servicios y el confort ofrecido por parte de los establecimientos hoteleros a su cliente implican una notable cantidad de energía y de agua.

Cada vez son más los viajeros concienciados y comprometidos con el medio ambiente. Necesitamos un turismo que haga un esfuerzo por minimizar sus impactos negativos y maximizar los positivos sobre el medio ambiente y la comunidad local, es decir, que trate de ser lo más sostenible posible. Además, que cuide al cliente y le ofrezca un servicio de calidad, a un precio competitivo, porque la sostenibilidad no implica renunciar al confort.

La Organización Mundial del Turismo (OMT), con base en la definición de desarrollo sostenible establecido por el Informe Brundtland, afirma que:

“El desarrollo del turismo sostenible responde a las necesidades de los turistas y de las regiones anfitrionas presentes, a la vez que protege y mejora las oportunidades del futuro. Está enfocado hacia la gestión de todos los recursos de manera que satisfagan todas las necesidades económicas, sociales y estéticas, y a la vez que respeten la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas de soporte de la vida.”
Pero a mi no me gusta hablar de turismo ecológico o sostenible, porque nos hace pensar en otro tipo de turismo, que si bien también tiene cabida en Canarias, como es el turismo rural, no es el predominante -ya que como todos sabemos, hoy por hoy, es el que busca sol, playa y alcohol a bajo precio- sino de Turismo Responsable. El Turismo Responsable se caracteriza por minimizar los impactos negativos desde el punto de vista medioambiental y social, así como por generar mayores beneficios para la población local e incrementar el bienestar de las comunidades anfitrionas. Es decir, es una industria comprometida a hacer un bajo impacto sobre el medio ambiente y cultura local, al tiempo que contribuye a generar ingresos y empleo para la población local.

Diversas tendencias están impulsando este cambio en la forma de hacer turismo. Se observa un mayor deseo de pasar vacaciones basadas en la experiencia, los turistas disfrutan de una mayor implicación y compromiso con las comunidades que visitan, comprendiendo los aspectos culturales, sociales y medioambientales de la zona. Desde el punto de vista empresarial, se ofrecen mejores experiencias que incrementan el número de reservas de clientes que repiten destino. En otros casos, las estrategias de sostenibilidad adoptadas por las empresas del sector responden a políticas y prácticas de Turismo Responsable que se están constituyendo como valor de la marca.

ENERGÍA


La energía en forma de petróleo constituye nuestro primer producto de importación. Canarias tiene una dependencia energética que roza el 100%, importa prácticamente toda la energía que necesita. Esta situación de total desequilibrio encarece enormemente los precios, y lo que es peor, expone al archipiélago a unos riesgos que da la impresión que nadie se atreve a valorar en toda su magnitud.

Sin embargo, Canarias tiene abundantes recursos energéticos renovables y unas excelentes condiciones climatológicas, que permiten unos consumos energéticos per cápita mucho más bajos que en otros puntos de la Tierra en condiciones más extremas y con niveles de vida similares. Canarias tiene sol, viento, mar, actividad volcánica… Su “petróleo” son las fuentes de energía renovable, pero no se están explotando.

Para conseguir un desarrollo sostenible, en un marco de incertidumbres y amenazas, Canarias debería fijar dos ejes directrices para su futuro desarrollo energético:

  1. Una máxima implantación de energías renovables Energías que tenemos al alcance de la mano y que desperdiciamos cada día.
  2. Un máximo ahorro energético (calor, electricidad, transporte interior y agua desalada). 
Un estudio realizado por Cluster RICAM, concluye que las energías renovables son más rentables que las convencionales en Canarias. En Canarias las Renovables son mucho más económicas que la generación con fuentes fósiles. Canarias puede demostrar que un sistema energético basado en Renovables es posible.

En el sector de la construcción, el modelo energético que se propugna, permitirá dar un nuevo impulso a una forma diferente de abordar las construcciones en Canarias, en el marco de una bioclimatización y autosuficiencia energética de las mismas, de capital importancia en un plan de remodelación de los alojamientos turísticos.

En el sector turístico, las repercusiones también han de ser muy positivas, dada la disminución del impacto del coste de la energía sobre el paquete turístico (en la medida que serán menores los costes del agua y de la climatización de los alojamientos) y la mejora del “atractivo” y de la “competitividad” del sector, con una nueva imagen de sostenibilidad y respeto al medio ambiente.

En conjunto, una política energética encauzada en las direcciones aquí expuestas representaría un futuro nuevo para Canarias, mucho más sostenible que el actual, en la medida que ella implica una diversificación real de nuestra economía, y la no dependencia del actual monocultivo turístico.

En definitiva, un tratamiento adecuado del tema energético en Canarias, en el marco de una futura y casi segura crisis energética, puede significar nuevas e impensadas oportunidades de desarrollo y competitividad para la región, que además pasaría a ser un referente en todo el mundo, y un pilar, pequeño pero no despreciable, del desarrollo sostenible del resto del planeta.

ARQUITECTURA


El auténtico sector industrial en canarias es el de la construcción. Este sector está hipertrofiado, ya que atiende a las necesidades de construcción del turismo, las obras públicas y el crecimiento urbano. No obstante, es un sector que emplea mucha mano de obra, y en el que el equipamiento tecnológico es muy bajo. Los edificios son responsables de alrededor del 40% del consumo de energía y del 36% de las emisiones de dióxido de carbono. Un gran ahorro de energía también permitirá a los hogares reducir drásticamente sus facturas.

Como verán, en el título pone Arquitectura a pesar de que yo he mencionado la Construcción, y es que el sector al que me refiero se le denomina Construcción, pero yo aquí, quiero hablar de Arquitectura:

Y ¿cuál es la diferencia entre ambos?: Para mí, la Arquitectura es esa parte de la construcción que está bien hecha, que cumple aquellos preceptos que nos enseñaron en la Escuela pero que luego, cuando salimos a la calle, vemos muy poco. La Arquitectura, sin apellidos. Porque una Arquitectura con MAYÚSCULAS, como la que he escrito, no necesita ir acompañada de atributos como sostenible, eficiente, bioclimática, sustentable, de diseño, social, etc., porque la verdadera Arquitectura engloba todo esto, y si no, no es Arquitectura.

Uno de los principales retos actuales de arquitectos, ingenieros y contratistas a la hora de crear y construir un edificio es que éste sea energéticamente eficiente, sostenible y, a su vez, rentable. Para conseguirlo tenemos que proyectar y construir nuevos edificios que cumplan los siguientes objetivos:

  1. Optimizar recursos y materiales.
  2. Disminuir el consumo de energía en su construcción.
  3. Reducir el uso de energía en el mantenimiento de los edificios y utilizar para ello energías renovables.
  4. Disminuir las emisiones y los residuos generados del uso del edificio.
  5. Mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. 
Pero lo realmente importante es actualizar el parque de viviendas existente, que dista mucho de estos preceptos, a través de un proceso de rehabilitación urgente e imprescindible, que por un lado reduzca los alarmantes consumos energéticos mencionados, acercándonos al objetivo 20|20 y por otro lado, sirva de respuesta a la activación del sector de la construcción, "machacado" por la crisis. Para ello las actuaciones a llevar a cabo serían las siguientes: 
1. Incorporación de la cultura de la sostenibilidad en el proceso de la rehabilitación del edificio.

2. Mejora del comportamiento térmico y acústico de la envolvente de las edificaciones.

  • Incorporación de materiales aislantes en fachadas exteriores, patios, cubiertas y suelos, para cumplir, al menos, las exigencias del CTE.
  • Sustitución de ventanas antiguas por ventanas con doble acristalamiento, con sistemas específicos para cada orientación.
  • Colocación de toldos, persianas u otros elementos de protección solar.
  • Mejorar los sistemas de captación solar pasiva mediante aperturas de huecos a orientaciones favorables, colocación de elementos tipo invernaderos y sistemas de captación cenital en cubierta.
  • Complementar estos elementos de captación con medidas de permitan una mayor acumulación de la radiación solar mediante el empleo de materiales o elementos de alta inercia térmica en suelos, muros y tabiques.
  • Actuaciones que permitan la ventilación natural cruzada de las estancias.
  • Adaptación de la distribución de usos, en los edificios, en función del comportamiento térmico de los espacios.
  • Recuperación de los patios interiores como elemento bioclimático y el empleo de vegetación como elemento de protección solar y refrigeración natural.
  • Incorporación de cubiertas ecológicas para mejorar el comportamiento térmico, tanto del edificio, como del entorno próximo.
  • Uso eficiente del arbolado y la vegetación exterior como regulador natural. 
3. Mejora de la eficiencia energética de las instalaciones.

4. Mejora de la accesibilidad.

  • Incorporación de ascensores de bajo consumo en los edificios.
  • Mejora de las condiciones de iluminación de las zonas comunes.
  • Recorridos accesibles desde los espacios públicos y en conexión con las redes urbanas de transporte público.
  • Eficiencia de los medios de transporte. 
En definitiva, el objetivo sería extender y profundizar en el concepto del deber de conservación en las edificaciones a temas como el confort térmico y acústico, la adecuación y mayor eficiencia de las instalaciones, etc. con criterios actuales y sostenibles. Esto nos llevaría a la aparición del concepto de Ruina Energética cuando las edificaciones no cumplan estos criterios de eficiencia energética, sostenibilidad y respeto al medioambiente.

Por todo esto podemos concluir que:

  • El turismo tiene un gran peso económico e importantes expectativas de crecimiento. Para garantizar un desarrollo responsable y evitar la masificación de turistas, el deterioro del patrimonio y el uso abusivo de los recursos naturales, es necesario incorporar soluciones innovadoras y sostenibles. El Turismo Responsable no sólo responde a una necesidad medioambiental, social y política, también abre grandes oportunidades de negocio para muchos sectores económicos: Servicios, construcción, agua, energía, movilidad, residuos, marketing, agricultura y alimentación, entre otros.
  • Canarias es el golfo pérsico de las energías renovables. Disponemos de ingentes recursos, la oportunidad y la capacidad para hacerlo. Hay una enorme demanda social y todo el interés del sector privado. Pero, aún más importante que preocuparnos por el tipo de energía que consumimos es el controlar el derroche energético en el que vivimos.
  • La apuesta por la arquitectura sostenible no es baladí. Razones medioambientales y económicas apoyan esta apuesta. El sector de la construcción en Canarias, muy afectado por la crisis económica, prevé que los próximos años deberá centrarse más en la rehabilitación de edificios ya existentes que en la obra nueva, a través de una política de rehabilitación energética más dinámica y activa, que puede reducir de forma significativa el consumo de energía de la edificación, y al mismo tiempo, contribuir a la creación de empleo. Y aquí, la aplicación de criterios de ahorro y eficiencia energética se presentan como una nueva oportunidad, tanto de negocio, como de mejora de las condiciones de las viviendas actuales.
  • Canarias posee unas características naturales que la convierten en un enclave mundial único para desarrollar un Turismo Responsable que siga proporcionándonos una importante fuente de ingresos, además de poder convertirse en un ejemplo de archipiélago autosuficiente, gracias a sus inmejorables condiciones para el aprovechamiento de las energías renovables y esto será posible gracias a un cambio de concepto en su arquitectura, para así convertirnos en una zona de alto valor estratégico, que nunca debimos dejar de ser.
Fuentes: REDAC y Del Toro & Antúnez ARQUITECTOS

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