Recientemente se ha publicado un Estudio donde se cotejan diversas intervenciones de rehabilitación de diferentes tipologías de edificios en cinco ciudades de España. Éste concluye que demuestra los beneficios técnicos y económicos de la rehabilitación de edificios utilizando materiales aislantes de alto rendimiento.
Sin embargo, la rehabilitación energética de los edificios situados en la zona climática alfa quedan fuera del mismo, algo que ha activado nuestras alarmas y nos ha obligado a analizarlo con una mirada crítica. Les exponemos a continuación los resultados de dicho análisis.
Fuente: barunpatro |
La siguiente reflexión surge tras analizar los resultados del reciente ‘Estudio energético en rehabilitación de viviendas’ elaborado por la alianza de empresas Build for Efficiency, formada por Kömmerling, Ursa, Aldes y Soudal.
Para el estudio se han simulado intervenciones de rehabilitación en edificios plurifamiliares y unifamiliares:
- En el caso de edificios plurifamiliares se han planteado actuaciones en su cubierta, fachada, ventanas de altas prestaciones, mejora de la hermeticidad al aire y estanqueidad al agua, soluciones de ventilación y climatización por aerotermia. Los resultados estiman posibles reducciones en demanda conjunta desde un 79% menos en calefacción y refrigeración.
- En el caso de viviendas unifamiliares se ha planteado la ejecución de un aislamiento insuflado en la fachada y cubierta, sustitución de ventanas por otras de altas prestaciones, reconstrucción del suelo bajo el pavimento y otras actuaciones para asegurar la hermeticidad y la ventilación del inmueble. En esta tipología de edificios se estiman posibles ahorros en demandas desde un 77% menos en calefacción y refrigeración.
Y hasta aquí, todo nos lleva hasta las mismas conclusiones que el estudio: demostrar los beneficios técnicos y económicos de la rehabilitación de edificios utilizando materiales de alto rendimiento y cumpliendo todos los requisitos normativos establecidos en el Código Técnico de la Edificación (CTE) y reducir las emisiones de CO2 de viviendas y edificios hasta en un 50%.
Pero en cuanto rascamos un poco en la información del documento empezamos a sentir cierta preocupación.
En primer lugar, nos surge la duda de por qué el estudio toma 5 enclaves peninsulares situados en diferentes zonas climáticas y deja fuera la sexta zona que recoge el CTE: el clima α (alfa), específico de Canarias. En un primer momento lo achacamos a un despiste, debido a nuestra situación geográfica, que hace que en muchas ocasiones se olviden de las Islas Canarias cuando se realiza un estudio de este tipo. Pero esta sospecha desparece cuando vemos que nos han incluido (dentro del cuadrito correspondiente) en el mapa de zonas climáticas del propio documento, donde se asigna al archipiélago la zona climática A (y ya nos empezamos a preocupar de forma seria).
Entonces nos apresuramos analizar los resultados de las simulaciones dinámicas realizadas sobre el modelo energético de ambos edificios e intentamos hacer una translación, a través de los datos arrojados, del resultado obtenido en el caso de que en el estudio se hubiera incluido modelos situados en la zona climática α.
Para ello, y de cara a obtener unos valores estimativos, tomamos como referencia, para tantear los posibles ahorros en demanda de refrigeración, las ciudades de Málaga y Valencia, ya que cuentan con un clima de referencia de verano igual que el de Canarias (3):
- En el caso del edificio plurifamiliar, los resultados se asimilarían a posibles ahorros del 45%.
- En el caso de viviendas unifamiliares, los resultados se asimilarían a posibles ahorros del 25-30%.
Por contra, en el período de calefacción, el clima de referencia α cuenta con la particularidad de que su demanda es tan baja que se considera despreciable, razón por la cual, dado que se parte de una demanda calefacción cercana a cero, el ahorro que se puede conseguir es nulo.
Con todo esto, podemos apreciar que, en el mejor de los casos, con este tipo de intervenciones (aislamiento, estanqueidad, recuperador de calor...) de adaptación de los edificios existentes al CTE, las posibles reducciones de la demanda conjunta oscilarían entre el 25% para viviendas unifamiliares, hasta el 45% en el caso de edificios plurifamiliares, siendo en cualquier caso, los valores de partida (kWh ó kWh/m²) muy bajos.
Esta reducción de demanda, evidentemente, va a dar lugar a una mejora de confort de los usuarios de esas viviendas y, en caso de contar con equipos de refrigeración, la reducción de los consumos energéticos y, por tanto, de las facturas asociadas, aunque los costes de la intervención sería difícilmente amortizables, a pesar de las cuantiosas ayudas que existen actualmente.
Sin embargo, la realidad es que la mayoría de las viviendas situadas en Málaga y prácticamente todas las que se encuentran en la zona climática alfa de Canarias carecen de equipos de refrigeración y, por tanto, la amortización económica será nula, al tiempo que han de tener mucho cuidado con los posibles problemas de sobrecalentamiento, que una envolvente generosamente aislada, junto con la gran mejora en hermeticidad y estanqueidad pueden generar en estas condiciones.
Con todo esto, podemos comprobar que este tipo de intervenciones son muy rentables en climas fríos, como el clima E, donde la reducción de demanda conjunta de calefacción y refrigeración supera, en ambas tipologías, el 90%; mientras que va perdiendo interés a medida que nos trasladamos a zonas climas de inviernos suaves, como el clima alfa, donde la rentabilidad de la actuación y sus beneficios son, como menos, cuestionables. Hecho que se hace patente cuando descubrimos que los autores de este estudio "olvidan" incluir alguna ciudad de referencia localizada en la zona climática alfa (que ni siquiera aparece en el mapa de zonas climáticas, a pesar de incluir a Canarias), siendo este clima el único en que falta por analizar los beneficios técnicos y económicos de la rehabilitación de edificios utilizando materiales aislantes de alto rendimiento.
Como conclusión, sólo nos queda, una vez más, abogar por rehabilitaciones energética en las que se haya realizado un análisis previo, por medio de simulaciones energéticas, de los beneficios que se esperan conseguir tras la intervención y huir de recetas que se replican, como copia y pega, en toda la geografía nacional; incluso llegando a cuestionarse, cuando así nos lo marque el análisis energético, el cumplimiento automático de las exigencias del CTE, optando por soluciones alternativas, basadas en dichos estudios.
Autor: Eduardo Martín del Toro, Dr. Arquitecto y Máster en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática, propietario de Del Toro & Antúnez ARQUITECTOS.
creo que tengo algun conocimiento sobre los entresijos de este estudio
ResponderEliminarefectivamente no se toma en consideracion la zona clinatica alfa
es obvio que si no se dispone de instalaciones de calefaccion y refrigeracion el retorno de la inversion no es posible y no se puede ahorrar ningun porcentaje de nada
en ausencia de instalaciones lo que debe analizarse es el numero de grados hora fuera de confort
que no exista consumo por ausencia de intalaciones no permite concluir que las intervenciones en rehabilitacion no sean importantes
en zonas calidas y con ausencia de instalaciones las estrategias para mitigar la falta de confort no son mimeticamente identicas a las que se puedan obtener en otras climatologias
cada edificio, cada estrategia de uso, cada climatologia precisa de su estudio detallado
Estimado lector, muchas gracias por leernos y por su participación.
EliminarNos gusta responder a todos los comentarios aunque, en este caso, nos resulta difícil, ya que aunque en el tono de la entrada parece querer contradecir nuestras premisas, no hace más que refutarlas.
Nos indica que tiene algún conocimiento sobre los entresijos de este estudio, lo que no dudamos. Una pena que no se identifique.
Concuerda con nosotros en que el estudio no toma en consideración la zona climática alfa y que, en ausencia de equipos, el retorno de la inversión no es posible.
Sin embargo, yerra cuando entiende que concluimos que las intervenciones en rehabilitación energética en viviendas, en zonas cálidas, con ausencia de instalaciones, no las consideramos importantes. AL CONTRARIO! Tanto es así que, en nuestro estudio, es a lo que nos dedicamos y precisamente en inmuebles localizados en el clima alfa. Contrariamente, lo que concluye el post, igual que hace usted, es "abogar por rehabilitaciones energética en las que se haya realizado un análisis previo, por medio de simulaciones energéticas, de los beneficios que se esperan conseguir tras la intervención y huir de recetas que se replican, como copia y pega, en toda la geografía nacional".
Así que , como puede comprobar, su opinión coincide con la nuestra y, únicamente, no ha entendido las intenciones del texto, seguramente, porque no nos hemos explicado lo suficientemente bien.
Atentamente, un saludo.
muchas gracias por la respuesta
ResponderEliminarefectivamente creo que estamos de acuerdo en los fundamentos sobre la importancia de las medidas “pasivas” para lograr edificios confortables
creo que se sobrevalora el termino de rentabilidad/ coste optimo/… y que en muchos casos no es la economia el mejor indicador para decidir una estrategia de rehabilitacion o de no rehabilitacion
saludos cordiales a todos los “alfa” usuarios
Totalmente de acuerdo con lo expuesto. Lo principal es el confort de los usuarios y las estrategias pasivas han de prevalecer ante las activas: https://blog.deltoroantunez.com/2023/11/y-el-confort-que.html
EliminarSaludos cordiales.
La eficiencia energética es una de las principales metas de la arquitectura sostenible, aunque no la única.
ResponderEliminar