Es cada vez más frecuentes ver y escuchar noticias en las que se anuncia la imperiosa necesidad de que las cosas a nivel medioambiental tienen que cambiar. Y en este sentido, el sector de la edificación es uno de los que más influencia tiene, con altas tasa de consumo energético y con la generación de un gran volumen de residuos, en un país con un déficit energético altísimo:
- Los edificios son responsables del 40% del consumo de energía final de la UE.
- Los materiales empleados en la industria de la Construcción producien anualmente en el ámbito de la Unión Europea (UE) 450 millones de toneladas de residuos de la construcción y demolición (RCD); esto es, más de una cuarta parte de todos los residuos generados.
- España fue el segundo país de la Unión Europea, dentro del grupo de socios que más energía consumen, con una tasa de dependencia energética del exterior más elevada.
- La edificación debe reducir emisiones un 77% para evitar el colapso climático
Es por esto que ya no podemos mirar atrás y seguir haciendo las cosas de la misma manera. El futuro no es la creación de nuevas viviendas. La rehabilitación y el mantenimiento deben de ser piezas clave y prioritarias de la política de vivienda. La Arquitectura Sostenible ha de imponerse por necesidad vital, tanto en nuestro país, como a nivel global, como planeta.
Y para conseguirlo hay que seguir una serie de pasos:
- Estudiar y analizar el estado de la planta edificada actual desde el punto de vista Sostenible a través de herramientas específicas: Hasta ahora, este punto se ha empezado a implementar de forma fraccionada a través de procesos como la certificación energética de edificios o la gestión de residuos de construcción y demolición. Pero sería necesario unificarlos con una herramienta global de alcance más general. En este punto, el asesoramiento de especialistas es fundamental a través de técnicos cualificados, independientes, especialmente para evaluar los edificios según criterios de sostenibilidad. El estudio que debe realizarse incluirá un análisis exhaustivo de los puntos donde se produce el mayor consumo de energía, las características constructivas del inmueble, su aislamiento térmico, puentes térmicos, carpinterías, protecciones solares, etc.; la antigüedad y rendimiento de los equipos de climatización, los sistemas de iluminación y la red de agua. Además de aspectos relacionados con el uso y gestión de la energía, se contemplan cuestiones como materiales más sostenibles, calidad del aire interior, gestión de los residuos, gestión del ciclo del agua y sus posibilidades de reutilización y reciclaje, movilidad, entre otros. Los datos permitirán analizar el potencial de las energías renovables en función de su ubicación, las opciones para la gestión y la viabilidad de las medidas de mejora en función de los ahorros potenciales.
- Diseñar un plan a nivel nacional para la Rehabilitación de la planta edificada según unos criterios claros de Sostenibilidad a partir de los datos arrojados en el estudio anterior: Rehabilitar es siempre más sostenible que cualquier modo de edificar nuevo; de hecho, es posible reducir hasta un 60% del consumo energético y la contaminación asociadas a la construcción de un edificio de obra nueva en una rehabilitación. Si además, la rehabilitación tiene en consideración un diseño de espacios más funcional, el uso de materiales sostenibles y de origen local -que sean más duraderos- y la instalación de equipos más eficientes, los resultados económicos pueden ser aún mejores; más dado el sobre-dimensionado parque de viviendas actual -con 723.043 viviendas nuevas vacías- y el estado obsoleto del mismo donde 13.759.266 viviendas, son anteriores al año 1980 y 5.226.133 cuentan con más de 50 años; donde hay cerca de 83.000 edificios en ruinas, 1,6 millones en mal estado y 156.208 carecen de aseo.
- Realizar estas actuaciones de Arquitectura Sostenible desde todos las escalas: La sostenibilidad edificatoria va más allá del inmueble en sí, alcanzando a ámbitos mayores como el urbanismo o las políticas económicas, sociales o medioambientales. Todos los actores tienen que ponerse de acuerdo para que podamos habla de una Arquitectura Sostenible.
Para desarrollar estos tres puntos anteriores será necesario:
- Una campaña de comunicación y educación social que haga ver a los ciudadanos lo importante y urgente que es realizar estas medidas más allá de las ventajas en ahorros económicos y calidad de vida que éstos conlleva.
- Un Plan de ayudas económicas, a través de una buena política pública de subvenciones (a fondo perdido y mediante préstamos blandos) e impuestos con un atractivo suficiente y una fácil gestión de tramitación que la haga viable a los propietarios la intervención, eliminando la principal barrera actual en contra de las actuaciones en la rehabilitación.
- La exigencia de unas intervenciones basadas en un adecuado Diseño Arquitectónico que -con unos ajustados costes de rehabilitación- reduzca al mínimo la demanda de energía, optimizando los recursos y materiales, disminuyendo los residuos y emisiones, reduciendo los costes de mantenimiento, aumentando el confort y bienestar -y por tanto la calidad de vida- de los ocupantes de los edificios. Se trata de tener en consideración factores como la envolvente térmica, la orientación y la iluminación natural, que reducen los consumos y mejoran el rendimiento de los equipos de iluminación y climatización.
- Además, deben de tener en cuenta el empleo de energías renovables, el fomento del auto-consumo y el desarrollo de la generación distribuida, para eliminar la dependencia de los combustibles fósiles -muy contaminantes-, reducir las pérdidas en la red eléctrica y mejorar la fiabilidad y la calidad del sistema energético. Por otra parte, la parte de energía necesaria que no haya podido cubrirse con la aportación renovable, se complementaría con energía convencional utilizando los equipos más eficientes del mercado para que su consumo se reduzca al mínimo indispensable.
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