El hidrógeno verde emerge como una solución transformadora para la arquitectura sostenible, ofreciendo un camino viable hacia la autosuficiencia energética en edificaciones.
Producido mediante electrólisis alimentada por energías renovables, este vector energético permite almacenar excedentes de generación solar o eólica, garantizando suministro continuo sin dependencia de la red eléctrica convencional.