La estrategia más común para luchar contra los rigores del calor dentro de los edificios es el empleo de equipos de refrigeración, pero su uso puede suponer una importante inversión económica, tanto de instalación como en las posteriores facturas de electricidad. Sin embargo, existe una alternativa mucho más económica en cuanto a costes de implantación, consumo y mantenimiento que, pese a ser sencilla y eficaz, es poco empleada: el VENTILADOR.
En este artículo vamos a ver cuales son las ventajas y limitaciones del empleo de los ventiladores para luchar con el exceso de las temperaturas.