La temperatura en el interior de nuestra casa es el resultado del calor que conseguimos generar (con radiadores eléctricos, de gasóleo o de gas; estufas de parafina; estufas de leña, etc) menos todo el calor que se pierde por las puertas, ventanas, pared y suelo.
Los principales lugares por donde se nos escapa el calor en nuestros hogares son las puertas y las ventanas. Aislar estos es fundamental no sólo para mantener la mejor temperatura en nuestro hogar, si no hacerlo con el menor gasto posible.