En un mundo cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad y la eficiencia energética, la búsqueda de soluciones innovadoras para reducir nuestra dependencia de fuentes de energía no renovable se ha convertido en una prioridad global.
En este contexto, el autoconsumo compartido ha surgido como una estrategia prometedora para mejorar la eficiencia energética en edificios, al tiempo que fomenta una mayor autonomía en la generación y uso de energía.