Las ciudades, responsables de una gran parte de las emisiones de sustancias contaminantes, han experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, generando una presión inmensa sobre los recursos naturales. En este contexto, surge una pregunta crucial: ¿cómo podemos transformar nuestras ciudades en lugares más sostenibles y saludables?
La respuesta está en los edificios de impacto positivo, una nueva generación de construcciones que no sólo son energéticamente eficientes, sino que también generan beneficios tangibles para el medio ambiente y las personas que los habitan.
The Edge (Ámsterdam, Países Bajos): Oficinas que generan energía positiva mediante paneles solares y sistemas de gestión inteligente. |