La función esencial de los edificios es proporcionar acogida a través de las condiciones favorables para su estancia y para el desarrollo de las actividades cotidianas de los seres humanos (trabajo, ocio y descanso). El espacio proyectado debe adaptarse al entorno en el que aparece, a los usos y usuarios del inmueble, ofreciendo confort ambiental, seguridad y salubridad.
Es común en muchas edificaciones problemas como la humedad, el moho, la proliferación de los ácaros del polvo, la acumulación de partículas de suciedad y el disconfort térmicos; derivados de construcciones no planificadas que no aprovechan el viento, un recurso natural y renovable, para garantizar un entorno saludable.
Para el correcto desarrollo de las inspecciones serán necesarios una serie de comprobaciones a través de unas herramientas que nos ayuden tanto a determinar el estado del inmueble como a generar el informe.
La proliferación de las casas de madera ha hecho evolucionar su diseño y sobretodo ha eliminado el escepticismo sobre la funcionalidad de las mismas. Así, desde las casas rusticas tipo cabaña que inicialmente se entendían como prefabricada, a casas de diseño minimalista fácilmente confundibles con las casas de construcción tradicional. Del mismo modo los materiales han evolucionado pero el rey sigue siendo la madera.