A partir de mayo de 2017, aquellos establecimientos turísticos de Canarias que tengan una antigüedad superior a 10 años tendrán que presentar su Informe Técnico Turístico -de diferente alcance según sea su antigüedad- como control del estado de los establecimientos en el deber de acreditar el cumplimiento de las normas vigentes relativas a la seguridad, habitabilidad y salubridad.