29 de enero de 2018

Materiales sostenibles

Como ya hemos explicado muchas veces, para conseguir una arquitectura sostenible, hace falta mucho más que simplemente la eficiencia energética: optimizar los recursos y materiales, reducir al máximo los residuos y las emisiones, reducir al máximo el mantenimiento y el precio de los edificios, mejorar la calidad de la vida de sus ocupantes,... y por supuesto utilizar materiales sostenibles.

 

La selección de los materiales a emplear en un proyecto no es una decisión baladí, puesto que el 40% de los materiales utilizados en la Unión Europea está destinado a la construcción y mantenimiento de edificios.

Pero no es sencillo determinar qué elementos son más sostenibles que otros y para ello es necesario aplicar un análisis de ciclo de vida desde su fabricación a su valorización o eliminación del producto (extracción-producción-transporte-puesta en obra-funcionamiento-fin de vida y desecho) y tener una perspectiva global e integral.

En ese sentido, podemos considerar Materiales Sostenibles de construcción a aquellos que durante todo su ciclo de vida sean no contaminantes (saludables para las personas y el medioambiente), tengan bajo impacto ambiental, consuman poca agua y energía (deben ser naturales -de fuentes abundantes y renovables- y de procedencia local, con pocos gastos de transporte), duraderos y que necesiten un escaso mantenimiento, fácilmente valorizables (puedan reutilizarse, reciclarse o recuperarse), 
fáciles de conseguir, que tengan un precio accesible, de producción justa y que apoyen la economía local.

Como vemos, los requerimientos que han de satisfacer son muy altos, tanto que ningún material cumplirá totalmente cada una de las exigencias, así que debemos hacer una arquitectura y una construcción consecuente con el medio y con la propia manera de utilizar el edificio, buscando el equilibrio entre todos los requisitos y valorando los más importantes en cada caso. Una interesante referencia en este aspecto es echar una mirada atrás, a los materiales que -muy sabiamente- han utilizado nuestros ancestros (barro, piedra, cal, madera, etc.). 

A pesar de este hecho, hay una serie de materiales, que si tenemos la suerte de contar con ellos en el entorno cercano donde se va a construir (km 0), podemos considerar como sostenibles:
La madera
La madera es uno de los materiales que puede considerarse más sostenible ya que es renovable, no contamina en ninguna fase de su vida y es reciclable, siempre y cuando se satisfagan algunas pautas:
  • En primer lugar, los tratamientos de conservación ante los insectos, los hongos y la humedad pueden ser tóxicos: cancerígenos, no degradables y/o responsables de emisiones nocivas a la atmósfera cuando la madera es incinerada. Actualmente existen tratamientos compuestos de resinas vegetales, aunque requieren un mayor mantenimiento.
  • Por otro lado, debemos tener garantías de la sostenibilidad de la gestión del espacio forestal de donde proviene. El sello FSC (Forest Stewardship Council) nos garantiza que procede de la tala responsable.
Los pétreos y cerámicos
Los materiales pétreos -como la tierra, la grava o la arena- y los cerámicos presentan un impacto pequeño. Sus emisiones contaminantes son bajas, así como su consumo energético:
  1. Los materiales pétreos: Lo que les hace ser más sostenible es su prolongadísima duración. Los muros de piedra pueden durar siglos en perfecto estado y los bloques de piedra se han reutilizado de unos edificios a otros a lo largo de la historia.
  2. Los materiales cerámicos: Tanto el ladrillo como la teja son materiales baratos, poco contaminantes, renovables y medianamente reciclables.
El impacto más notorio gravita en la etapa de extracción, por la variación que provoca en el terreno, el cambio de paisaje y de ecosistemas. También, su uso generalizado y el ser un material pesado supone un importante generador de residuos sólidos (RCD), ocasionando el riesgo de colapso de los vertederos.

Su principal ventaja sería su notable durabilidad. Además tienen una importante misión en las estrategias bioclimáticas ya que gracias a su elevada masa térmica (acumulación del calor en invierno y el frescor en verano) generan edificios muy estables térmicamente.
Mortero de cal
La cal se puede utilizar como aglomerante en los morteros y como acabado de fachadas y revocos. Representa la alternativa sostenible al cemento al necesitar menos energía para su producción. Además, el CO2 producido en su fabricación es absorbido posteriormente durante la carbonatación, compensándose así las emisiones de gases.
Otros materiales naturales
Casi todos los materiales naturales, y sobre todo aquellos empleados en la arquitectura tradicional, tienen un alto grado de sostenibilidad, como pueden ser: el corcho, el bambú, el cáñamo, la paja, el lino, la fibra de coco, el algodón, la lana de oveja, el yeso, el barro cocido, la tierra compactada, etc.
El linóleo
Está fabricado a partir de compuestos naturales, principalmente linaza seca y molida, serrín, un tejido de yute y pigmentos para aportar color. Además es un material biodegradable y no libera sustancias nocivas durante su fabricación ni en su vida útil. Es barato, posee una alta resistencia, repele el polvo que atrae a los ácaros y es fácil de cuidar.
Los metales
A pesar de que en principio son bastante menos sostenibles que los anteriores, debido a que implican un alto consumo de energía y emiten sustancias que perjudican a la atmósfera, presentan una serie de ventajas, como sus prestaciones mecánicas -que permiten que con menos material puedan resistir las mismas cargas- o que son materiales más valorizables en obra.
Los materiales reciclados
Son de gran interés los materiales con una alta proporción de reciclado en su composición o aquellos reutilizados de otros edificios, de derribos y mercado de segunda mano, como tradicionalmente se ha hecho con las tejas, ladrillos y azulejos. Algunos ejemplos pueden ser:
  • La celulosa, que puede producirse a partir de periódicos o papel que se desechan, y tratado con sales de bórax que le proporcionan propiedades ignífugas, insecticidas y anti-fúngicas.
  • Los paneles de fibra de madera son un producto procedente de los residuos generados por aserraderos y otras industrias de la madera. Mediante la aplicación de colas y de presión se obtiene un tablero con cierta resistencia mecánica que se utiliza principalmente como aislamiento térmico y acústico.
Materiales y productos tecnológicos
Por último, están aquellos materiales que, gracias a la innovación, el desarrollo tecnológico y la investigación, dan lugar a la aparición de nuevas soluciones que incorporan tecnologías diversas con impacto positivo, como las de captación de energía, digestores de CO2, que eliminen la contaminación,... y que en principio pueden tener un coste medioambiental superior al de un material natural pero que a largo plazo aportan un mayor beneficio en todos los aspectos.


Autor: 
Eduardo Martín del Toro, Dr. Arquitecto y Máster en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática, propietario de Del Toro & Antúnez ARQUITECTOS.

4 comentarios:

  1. Me parece un post interesante, si bien yo separaría los materiales pétreos de los cerámicos, ya que los materiales cerámicos se obtienen a partir de los pétreos tras un proceso de fabricación donde a éstos se les añade otros compuestos, lo que suma mínimamente un nuevo eslabón en la cadena de producción y por tanto añadimos un nuevo proceso "contaminante". Un saludo

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    1. El esquema que presentamos es muy general, si bien en un análisis más profundo sería necesario realizar la separación que indica.

      Muchas gracias por su aclaración y por leernos.

      Atentamente, un saludo.

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  2. Respuestas
    1. Muchas gracias por el comentario y por leernos.
      Atentamente, un saludo.

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