22 de abril de 2013

CEEEx: cuando rehabilitar no es rentable

La viabilidad económica, cuando se efectúen reformas, de las actuaciones de mejora de la eficiencia energética del edificio, es un punto en que incide de forma repetitiva la DIRECTIVA 2010/31/UE relativa a la eficiencia energética de los edificios, precursora del Real Decreto 235/2013, por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios.

Específicamente, en su Artículo 7: Edificios existentes dice:
Los Estados miembros tomarán las medidas necesarias para  garantizar que, cuando se efectúen reformas importantes en  edificios, se mejore la eficiencia energética del edificio o de la  parte renovada para que cumplan unos requisitos mínimos de eficiencia energética fijados con arreglo al artículo 4, siempre que ello sea técnica, funcional y económicamente viable.
Los Estados miembros adoptarán, además, las medidas necesarias para garantizar que cuando se proceda a la mejora o sustitución de un elemento de un edificio que forme parte de la envolvente del edificio y repercuta de manera significativa en la eficiencia energética de tal envolvente, la eficiencia energética de dicho elemento cumpla unos requisitos mínimos de eficiencia energética siempre que ello sea técnica, funcional y económicamente viable.
Los Estados miembros determinarán esos requisitos mínimos de eficiencia energética de acuerdo con el artículo 4.
En relación con los edificios sujetos a reformas importantes, los Estados miembros fomentarán que se consideren y tengan en cuenta las instalaciones alternativas de alta eficiencia a que se refiere el artículo 6, apartado 1, siempre que ello sea técnica, funcional y económicamente viable.
Por otro lado, el Artículo 4 al que se hace referencia, dice entre otras:
No se exigirá a los Estados miembros que establezcan unos requisitos mínimos de eficiencia energética que no resulten rentables a lo largo del ciclo de vida útil estimada.
En el caso de mejora o sustitución de equipos mantiene la misma filosofía, por lo que el Artículo 8: Instalaciones técnicas de los edificios, dice entre otras:
Se establecerán requisitos para las instalaciones técnicas de los edificios que sean nuevas, sustituyan a las existentes o las mejoren y se aplicarán siempre que ello sea técnica, funcional y económicamente viable.
También en los Artículos 11 y siguientes, donde trata de los Certificados de eficiencia energética vuelve a incidir en la recuperación de la inversión o de la rentabilidad durante su ciclo de vida útil, algo que se transpone en el Real Decreto 235/2013 de forma prácticamente literal:
Artículo 6. Contenido del certificado de eficiencia energética.
El certificado de eficiencia energética del edificio o de la parte del mismo contendrá como mínimo la siguiente información:
f) Para los edificios existentes, documento de recomendaciones para la mejora de los niveles óptimos o rentables de la eficiencia energética de un edificio o de una parte de este, a menos que no exista ningún potencial razonable para una mejora de esa índole en comparación con los requisitos de eficiencia energética vigentes. Las recomendaciones incluidas en el certificado de eficiencia energética abordarán:
i. Las medidas aplicadas en el marco de reformas importantes de la envolvente y de las instalaciones técnicas de un edificio, y
ii. Las medidas relativas a elementos de un edificio, independientemente de la realización de reformas importantes de la envolvente o de las instalaciones técnicas de un edificio.
Las recomendaciones incluidas en el certificado de eficiencia energética serán técnicamente viables y podrán incluir una estimación de los plazos de recuperación de la inversión o de la rentabilidad durante su ciclo de vida útil.
Contendrá información dirigida al propietario o arrendatario sobre dónde obtener información más detallada, incluida información sobre la relación coste-eficacia de las recomendaciones formuladas en el certificado. La evaluación de esa relación se efectuará sobre la base de una serie de criterios estándares, tales como la evaluación del ahorro energético, los precios subyacentes de la energía y una previsión de costes preliminar.
Con lo que parece que queda claro que la rentabilidad económica es condición sine qua non para poder justificar unas recomendaciones o medidas de mejora propuestas a la hora de realizar un certificado de eficiencia energética.
¿Pero que ocurre si cualquier posible actuación de mejora nunca podrá ser rentable económicamente?
En algunas zonas de la península, como las zonas costeras del sur y en muchas partes del archipiélago canario, existe gran cantidad de viviendas sin ningún tipo de equipo de climatización.

En este caso, donde no se producen consumos energéticos que puedan ser reducidos con actuaciones de mejoras, ¿cómo podemos justificar la viabilidad económica de dicha mejora? ¿Existe alguna propuesta de mejora que reduzca unos consumos energéticos que no existen?

Siendo rigurosos con lo expuesto en las normativas citadas podríamos decir que se tratan de casos en los que no se podrían proponer ningún tipo de mejoras, al menos dentro del grupo i. Las medidas aplicadas en el marco de reformas importantes de la envolvente y de las instalaciones técnicas de un edificio. Pero aunque la reducción de consumos energéticos no se puede convertir en estos casos en el leitmotiv de una propuesta de mejora, tampoco podrá tomarse como la excusa para no hacerla.

Unas viviendas antiguas, sin aislamientos, o con ellos pero deficientes, a pesar de situarse en zonas de climas suaves, se encontrarán en que a lo largo del año, sus condiciones interiores estarán fuera del rango considerado como de confort, y por tanto, la actuación a realizar no tendrá que buscar la rentabilidad económica, sino unas condiciones de confort mínimas exigibles, fueras de las cuales, hoy en día, tendríamos que hablar más de infra-vivienda que de hogar.



¿Cómo convencer a un propietario a realizar mejoras en su vivienda, cuando la costumbre lo ha llevado a considerar como normal que dentro de su casa hay una serie de días al año que se pasa mucho calor y otros en los que se pasa mucho frío, además de que la coyuntura económica actual no ayuda para nada? 

En zonas como Canarias*, donde el empleo de sistemas de climatización en las viviendas se tiene considerado como un equipamiento de lujo, debido a su "buen clima" y su baja renta per cápita, siendo una de las comunidades con mayor índice de paro y la tercera comunidad con las viviendas más barata del país, estos beneficios no se ven tan claros.

Pero si analizamos las costumbres de vida de los canarios, descubriremos que éstas distan mucho de conseguir unas condiciones de confort en el interior de sus viviendas. El empleo de equipos portátiles, en el mejor de los casos, como radiadores portátiles en invierno o "pingüinos" en verano -equipos con una baja eficiencia y por tanto más costosos a la larga que equipos fijos-, junto al empleo de prendas de abrigado o mantas para las épocas frías y una ropa escasa o casi inexistente para los momentos más cálidos, son las únicas herramientas con las que normalmente cuentan, lo que demuestra la falta de unas condiciones optimas de confort dentro de las viviendas que se soportan por cuestiones de costumbre y cultura.

Es por esta razón que, ante la aparición del Real Decreto 235/2013, que pretende ser una medida de ahorro energético tanto para el ciudadano como para el país, los canarios no tengan claras sus ventajas. Si en otras latitudes están claro los altos gastos mensuales que generan las facturas de energía (electicidad, gas,...), que aumentan sus tarifas de forma exponencial, a causa de los aparatos de climatización domésticos, en Canarias, donde las viviendas climatizadas son cosas de unos pocos, y el confort térmico un concepto difuso, no salen los números para la amortización en la inversión en rehabilitación.

Entonces, sólo nos queda a los técnicos demostrar al usuario de una vivienda con disconfort térmico que una rehabilitación [energética], aunque no tenga un gran peso en el ahorro de sus facturas, si lo tendrá en una mejora de la calidad de vida y que ahorrar en salud es también es ahorrar dinero.

* Permítanme poner a Canarias como ejemplo, zona que conocemos mejor por ser nuestro ámbito de trabajo cotidiano, aunque como se ha indicado se puede extrapolar este mismo caso a muchas zonas costeras del sur de la península.

9 comentarios:

  1. Particularmente estuve hace un mes aproximadamente en Canarias, mi observación fue en las casas que estuve que si se utilizaba el aire acondicionado, ya que en algunas de ellas hacía calor en el mes de Marzo durante mi estancia.
    Como bien dices, no solo se trata de ahorro en la factura energética, pues mejoramos bastante la calidad de vida con una buena rehabilitación, previniendo de humedades, ruidos, aislamiento térmico ... y enfermedades derivadas de estos problemas.
    Puede que en Canarias una rehabilitación de vivienda no supone un enorme ahorro hablando en consumo energético, pero opino que por muy poco que sea este el resultado total es beneficioso además de estimular la economía con nuevos puestos de trabajo.
    SATE VIPAL 

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    1. Estimado Víctor:

      Efectivamente, existen viviendas en Canarias con sistema de climatización, tanto refrigeración como calefacción (que también es necesaria) y por suerte cada día se ven más. Pero la dura realidad es que hoy en día son mayoría las que no poseen estos sistemas que consideramos imprescindibles en un hogar de nuestro tiempo.

      Por tanto, nosotros evidentemente abogamos por una mejor calidad de nuestros edificios (no sólo Canarias, sino en toda España) para no solamente reducir los escandalosos consumos energéticos, sino sobretodo para conseguir una mejor calidad de vida.

      Atentamente, un saludo.

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  2. Este año en casa de mis padres en el pueblo, Sierra del Benicadell hemos tenido que ahorrar por la crisis en calefacción. Lejos han quedado los tiempos de los radiadores eléctricos y se han arreglado con más mantas y la leña que les cortemos. Si a unos minutos de tu casa tienes en donde hacer leña y no tienes dinero para reformas ¿Vas a invertir en eficiencia energética? A veces es que sencillamente de lo que tenemos que hablar es de "pobreza energética".

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    1. Hola, sí, pues a medida que vayas invirtiendo en mejora del aislamiento o incluso mejora de la distribución del calor (como suelo radiante), menos mantas y menos leña hará falta. De hecho el uso de la energía local (la leña en este caso) es realmente una forma de eficiencia energética, y te recomiendo que lo mantengan, pues como han comprobado supone un ahorro económico.
      Ahora lo que necesitan, es poco a poco, si no se puede en conjunto, ir mejorando el aislamiento de la vivienda, de esta forma se reducirán las pérdidas de calor en las paredes y, por tanto, será necesario menos combustible para mantener la temperatura en la casa.

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    2. Estimados Juan Carlos y Pedro:

      Muchas gracias por vuestra aportación y por leernos.

      Atentamente, un saludo.

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  3. Quizás sea todo un poco la suma de todas vuestras ideas y el análisis del espacio donde está ubicada la vivienda. Por ejemplo, quizás sólo se trate de instalar un toldo previo a una fachada muy expuesta al sol, o quizás introducir unas placas solares para calentar agua para los radiadores, durante esos pocos meses en los que todos necesitamos la calefacción, y también el uso de jerseis y batas dentro de nuestras viviendas (creo que no pasa nada por ir con jerséis dentro de nuestras propias viviendas ni en la de nuestros amigos y familiares). La leña todavía está muy infravalorada y podemos usarla en calderas de biomasa. Creo además que todavía somos muy individualistas, y quizás estas instalaciones deban ser compartidas por núcleos "urbanos o rurales" para que sean más rentables. Quizás soy demasiado idealista

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    1. Estimada Teresa:

      Muchas gracias por tu aportación y por leernos.

      Atentamente, un saludo.

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  4. Creo que hay zonas en Canarias, como puede ser la costa sur de Tenerife, donde no es necesaria la calefacción en invierno, sólo refrigeración en verano, y sin embargo, la Calificación Energética la penaliza sobremanera esa "necesidad de calefacción". En mi casa, donde no hay aislamiento térmico, en invierno no baja de 21º interiores... no creo que haga falta calefacción... y creo que esa realidad no se tiene en cuenta en el CTE ni en el Clim-can ni en el CE3X... y creo que es un fallo importante, sobretodo si en un futuro ponen un impuesto basado en las emisiones de CO2 en base a una letra, a mi entender, irreal

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    1. Estimada Hilka:

      Toda simplificación da lugar a impresiciones. El CTE ha simplificado todas las tipologías climáticas del territorio español en sólo 9 zonas climáticas. Es por ello que cuando tú le indicas al programa que el clima de la costa sur de Tenerife es A3, esta zona climática no refleja de forma exacta el clima del lugar, siendo únicamente el más parecido dentro de los 9 que existen.

      Como habrás comprobado, es un clima con unas condiciones de invierno más frías que las que se dan realmente y por ello tienes unas demandas de alefacción mayores a las reales.

      Esta falta de exactitud no afecta sólo a Canarias, sino a todo el país, dado que si quisiéramos aproximarnos de forma más detallada a cada uno de los climas que nos encontramos en nuestro territorio, el CTE no tendría que tener 9 zonas climáticas, sino 9000, con lo complejo que se volvería el cálculo (siendo actualmente demasiado complejo para algunos técnicos que nos lo han hecho saber).

      Muchas gracias por leernos.

      Atentamente, un saludo.

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